sabato 29 settembre 2018

El precursor de Cervantes di Marco Denevi, trad. Alessando Panciroli


 La verdadera  historia di Don Quixote....

El precursor de Cervantes

di Marco Denevi


Vivía en El Toboso una moza llamada Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchuelo y de Francisca Nogales. Como hubiese leído novelas de caballería, porque era muy alfabeta, acabó perdiendo la razón. Se hacía llamar Dulcinea del Toboso, mandaba que en su presencia las gentes se arrodillasen y le besaran la mano, se creía joven y hermosa pero tenía treinta años y pozos de viruelas en la cara. Se inventó un galán a quien dio el nombre de don Quijote de la Mancha. Decía que don Quijote había partido hacia lejanos reinos en busca de lances y aventuras, al modo de Amadís de Gaula y de Tirante el Blanco, para hacer méritos antes de casarse con ella. Se pasaba todo el día asomada a la ventana aguardando el regreso de su enamorado. Un hidalgo de los alrededores, un tal Alonso Quijano, que a pesar de las viruelas estaba prendado de Aldonza, ideó hacerse pasar por don Quijote. Vistió una vieja armadura, montó en su rocín y salió a los caminos a repetir las hazañas del imaginario don Quijote. Cuando, confiando en su ardid, fue al Toboso y se presentó delante de Dulcinea, Aldonza Lorenzo había muerto.








Viveva nel Toboso una donzella di nome Aldonza Lorenzo, figlia di Lorenzo Corchuelo e Francisca Nogales. Aveva letto molti romanzi sulla Cavalleria, poichè sapeva leggere bene; per questo perse la ragione. Si faceva chiamare Dulcinea del Toboso, comandava che in sua presenza la gente si inginocchiasse e le baciasse la mano, si credeva giovane e bella però aveva trenta anni e  il volto butterato dal vaiolo. Si inventò un corteggiatore a cui diede il nome di don Chisciotte della Mancha. Diceva che don Chisciotte era partito da regni lontani in cerca di lance ed avventure, allo stesso modo di Amadis de Gaula e Tirante el Blanco,  per guadagnare meriti prima di sposarla. Passava tutto il giorno affacciata alla finestra aspettando l'arrivo del suo innamorato. Un  gentiluomo dei dintorni, un tale Alonso Quijano, che malgrado le pustole del vaiolo si era innamorato di Aldonza,  ebbe l' idea di farsi passare per don Chisciotte. Si vestì di una vecchia armatura, salì su di un ronzino e si mise in cammino per ripetere le prodezze dell' immaginario don Chisciotte. Quando, confidando nel suo coraggio, arrivò al Toboso e si presentò davanti a Dulcinea, Aldonza Lorenzo era morta.

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