Con tu sombrero azul,
y un vestido a lunares,
tus piernas maravillosas
dibujaban el camino.
Me enamoré, te seguí,
tus caderas me atraparon.
Te alcancé y me dijiste:
.Andate de acá, tarado.
Como buen enamorado
yo te miré a los ojos
y largué bien rapidito
un .te amo.
Me diste tu atención
torciéndome el destino.
Estabas esperando
que se te arrimara un (vivo?)
A tu casa me invitaste,
y todo sonó a gloria.
Cuando el cielo se me abrió
se me cayó la magnolia.
Por un rato quedé tarado,
tololo, atolondrado...
porque cuando entré en el baño
meabas de parado.
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